¿El autismo es hereditario?
El autismo es multicausal; es decir, no hay una causa específica a la que podamos referenciar las causas del autismo. Hay un gran porcentaje de casos en el que prevalece el diagnóstico como heredable - genético. Se revela que hay una mayor transmisión paterna que materna.Señales y síntomas del autismo:
1. Comunicación e interacción social
- Evitar mirar a los ojos a otra persona o no mantener el contacto visual.
- No responder cuando lo llaman por su nombre, hacia los 9 meses de edad.
- No mostrar expresiones faciales como de felicidad, tristeza, enojo y sorpresa, hacia los 9 meses de edad.
- No participar en juegos interactivos simples como dar palmaditas con las manos, hacia los 12 meses de edad.
- No apuntar a algo interesante para mostrarlo, hacia los 18 meses de edad.
- No notar cuando otras personas están lastimadas o molestas, hacia los 24 meses de edad.
- No notar a otros niños ni jugar con ellos, hacia los 36 meses de edad.
- No jugar a ser otra cosa, como un maestro o superhéroe, hacia los 48 meses de edad.
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Patrones de comportamiento
- Realiza movimientos repetitivos, como balancearse, girar o aletear con las manos.
- Realiza actividades que podrían causarle daño, como morderse o golpearse la cabeza.
- Desarrolla rutinas o rituales específicos y se altera con el mínimo cambio.
- Tiene problemas con la coordinación o muestra patrones de movimientos extraños, como ser torpe o caminar en puntas de pie, y muestra un lenguaje corporal extraño, rígido o exagerado.
- Es más sensible que lo habitual a la luz, el sonido o el contacto físico, pero puede ser indiferente al dolor o la temperatura.
- Se obsesiona con un objeto o una actividad con una intensidad o concentración anormales.
- Tiene preferencias específicas con respecto a los alimentos, como comer solamente unos pocos alimentos o no comer alimentos con una determinada textura.
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Características del autismo:
- Retraso en las destrezas del lenguaje
- Retraso en las destrezas de movimiento
- Retraso en las destrezas cognitivas o de aprendizaje
- Conducta hiperactiva, impulsiva o distraída
- Epilepsia o trastornos convulsivos
- Hábitos de alimentación y del sueño inusuales
- Ansiedad, estrés o preocupación excesiva
- No tener miedo o temer más de lo normal